ARTICULO 39 CPEUM. LA SOBERANIA NACIONAL RESIDE ESENCIAL Y ORIGINARIAMENTE EN EL PUEBLO. TODO PODER PUBLICO DIMANA DEL PUEBLO Y SE INSTITUYE PARA BENEFICIO DE ESTE. EL PUEBLO TIENE EN TODO TIEMPO EL INALIENABLE DERECHO DE ALTERAR O MODIFICAR LA FORMA DE SU GOBIERNO.

Autobiografía del preso político y maestro sindicalista de Oaxaca Leonel Manzano Sosa

"ASI SOY……!"


Dígamos que suena irónico pero la cárcel me acercó de manera rotunda a la poesía. En esa lucha contra el frío encierro y ver la forma de ocuparse en algo para vencer el hastío, la monotonía, el estrés y la cruda ansiedad.

Y hoy ¿quién soy? ¿en qué me ocupo?. Ando en busca de la libertad, mientras tanto, las letras son el teatro de operaciones desde la distancia. La mezquindad me arrojó a las fauces del encierro. Y aquí estoy; pétreo, rollizo, anonadado. Esperando el viejo tranvía que me lleve de regreso.

Con estas cortas palabras, inicio el recuento de recuerdos de lo que fui y soy; pero para entenderlo a cabalidad, necesito a la vez, decir de dónde vengo.

Vengo del sur rebelde, de su ayer arisco, con un pasado que crispa. Vengo del sur con su ayer sediento, bañado por los ríos que abullen su lamento.

Soy oriundo de la Sierra Sur de Oaxaca, tierra de los llamados “cuerudos”.

Hombres rebeldes ante el poder carrancista, llenos de osadía y envueltos en la protesta como huésped.

Nací el 14 de agosto de 1970 en Santa María Zoquitlán, en una sencilla casa de adobe y piso de tierra. Por cierto propiedad de mis abuelos maternos. En donde, para variar; mi papá huérfano de padre y madre, recibió casa, comida y mujer.

Fui el primero de diez hermanos y desde pequeño era muy inquieto y por ende, me atrajo desde entonces la lectura. Siendo el acceso a las primeras letras, la Biblia y las historietas de Kalimán el hombre increíble. En un medio rural con terrible atraso en todos los sentidos.

En mi infancia, cursé la primaria; rodeado de juegos en el río, en las calles y los patios. La inquietud que anidaba en mi mente y corazón, me llevo a ser casi siempre jefe de grupo y destacar a nivel académico hasta los niveles de excelencia. Participando incluso en el concurso estatal de conocimientos en el año de 1982.

Sin embargo, al culminar la primaria, al no existir alguna escuela de nivel secundaria en mi comunidad, estudié en el internado de Reyes Mantecón, Oaxaca, al obtener una beca para ello. Fue un lugar que despertó aún más mi conciencia, al encontrarme con las creaciones del pedagoo ruso Anton Makarenko y la novela La Madre, del escritor Máximo Gorki. Claro, tenía como antecedente, la lectura de algunos libros de Rius en la primaria y la decisiva influencia de mi maestro de quinto y sexto año (de primaria).

Y así, me fui alejando de la edad de la inocencia, para arribar a la etapa en la que nos dispersó la necesidad de estudiar, de aprender a encontrar la verdad. De esta forma, arribó a la Universidad Autónoma Chapingo. El sismo del 85 y una marcha por el 2 de octubre me dieron la bienvenida. Cada uno a su manera, cada cual explayando lecciones que nos marcan de por vida.

Atrévete a luchar, me dije un día. Sin ritos, sin pompas y futilesceremonias. Dando inicio de una manera más concreta mi paso por el tiempo y su andar descarnado. En una mezcla de lucha estudiantil y campesina.

De tal suerte que desde la época de adolescente, ya tenía el atrevimiento de caminar codo a codo al lado de rudos pero sencillos campesinos de mi pueblo. En sus enormes esfuerzos por edificar en la práctica, los principios cooperativos en el campo. Tiempo después, ya más fogueado; fui electo Secretario del Consejo de Administración durante dos períodos consecutivos, en la caja popular “La Santa María”; hoy sucursal “La Santa María” de la Caja Popular Mexicana. Esta cooperativa , fue una víctima más de los estragos de la globalización neoliberal. Pero a la par, fungía como Secretario de la Sindicatura Municipal en el municipio del que soy originario.

Ya desde esas épocas, se gestaban los embriones de la fuerza social de lo que hoy es el Frente Amplio de Comunidades Marginadas del Estado de Oaxaca. Organización que nació como proyecto formal en el año 2007, después de los sucesos de 2006 que conmovieron a Oaxaca y fueron noticia que dio la vuelta al mundo.

Ingresé a la Universidad Autonóma de Benito Juárez de Oaxaca en el año 1992. Y por supuesto, impulsamos la lucha estudiantil, reflejada en la creación de una Gaceta cultural de nombre Expresión Universitaria. Al mismo tiempo que me desempeñaba como jefe de grupo y Consejero Universitario en el ciclo escolar 1994-1995, representando a la Preparatoria No. 2.

Cuando hay que luchar; hay que ser irreverente, hasta cierto bronco. Y así éramos. Hay que olvidarse de cuentos y reverenciar la sencillez, la honradez.

Efectivamente así fuimos. En cambio hoy ¿qué somos?. Una suerte de patíbulo se asoma en las entrañas de la bestia. Así es Puente Grande. Es el reino de la oquedad, otorga una suerte punible y te envuelve en tanta clase de artimañas.

Así lo entiendo, me queda claro. Puente Grande es el castigo por portar los gallardetes en pos de la libertad. Puente Grande es el espectro que apoltrona mis lluvias de consignas vueltas himnos del cantor. Puente Grande pretende ser el sedimento, el polvo del olvido arrojado a nuestra lucha. Y yo, terco, obstinado. Grito mi silencio y plasmo mi discurso carente de la estética apropiada.

¿porqué?; porque la historia se construye con los pasos libertarios. Y la palabra libertad, se debe pronunciar con la sonrisa en los labios, con la tenacidad necesaria y sin disfraces de ningún tipo.

Aquí estamos y vamos en su búsqueda, con la palabra por delante, ¿qué me depara el futuro?. Tal vez nada. Aún así, hoy visto mi raído uniforme beige y camino con la frente en alto, desde aquí; en la isla de concreto.

Desde la cárcel de Máxima Seguridad de Puente Grande , Jalisco. Mayo 27 de 2016.

Leonel Manzano Sosa, preso político y de conciencia.

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