ARTICULO 39 CPEUM. LA SOBERANIA NACIONAL RESIDE ESENCIAL Y ORIGINARIAMENTE EN EL PUEBLO. TODO PODER PUBLICO DIMANA DEL PUEBLO Y SE INSTITUYE PARA BENEFICIO DE ESTE. EL PUEBLO TIENE EN TODO TIEMPO EL INALIENABLE DERECHO DE ALTERAR O MODIFICAR LA FORMA DE SU GOBIERNO.

lunes, 1 de julio de 2013

"Señales del norte y del sur" (30 de junio de 2013)

Barda en la frontera entre México y Estados Unidos/ Foto: La Jornada
John M. Ackerman

El camino a seguir para superar la crisis de legitimidad democrática que enfrenta el mundo no será trazado por los países del norte, sino por los del sur. En Estados Unidos, la sociedad se mantiene quieta mientras se construyen bardas, se persigue a periodistas e informantes internos y se cancelan protecciones electorales a grupos vulnerables. En contraste, las movilizaciones populares masivas de Brasil han obligado a la clase política a impulsar reformas cruciales para democratizar el sistema político, combatir la corrupción gubernamental y aumentar el gasto social.

Si México busca avanzar por una senda de desarrollo sostenible e independiente tendrá que consolidar sus vínculos con los gobiernos y pueblos latinoamericanos y acabar con su obediencia humillante frente al vecino del norte. De lo contrario, se arriesga a ser arrastrado por la corriente de un imperio en declive cada día más desesperado, autoritario y peligroso.

La semana pasada, la Suprema Corte de Estados Unidos echó abajo el artículo quinto de la Ley de Derechos del Elector (Voting Rights Act), que obligaba a nueve estados del sur del país a recibir autorización federal para cualquier modificación a su normatividad electoral. Esta ley, aprobada en 1965, fue una de las conquistas históricas más importantes del movimiento social encabezado por Martin Luther King Jr., Malcolm X y otros líderes a favor de los derechos civiles de los afroamericanos. El artículo quinto era particularmente importante porque evitaba la manipulación de las leyes electorales para excluir a los afroamericanos, los latinos y otros grupos vulnerables con artimañas jurídicas como el rediseño geográfico de los distritos electorales o la imposición de nuevos requisitos para poder votar.

Esta misma Corte ya había dado el tiro de gracia a cualquier intento de regulación del flujo de dinero privado en las campañas electorales con su decisión en el caso Citizens United. En ese caso, resuelto en 2010, la mayoría de los ministros, encabezados por el ultraderechista John Roberts como su presidente, resolvió que las empresas tienen los mismos “derechos” a la “libertad de expresión” que cualquier ciudadano y, por lo tanto, pueden “donar” dinero a las campañas políticas casi sin limitación alguna.

Con estas dos decisiones históricas, Voting Rights Act y Citizens United, Estados Unidos se consolida como un sistema político diseñado para favorecer los intereses del dinero y la reacción. No debería sorprender a nadie entonces que los legisladores del ala más radical del Partido Republicano definan las coordenadas del debate político en Washington.

Por ejemplo, recientemente este grupo logró parar en seco una serie de reformas que hubieran aumentado marginalmente la vigilancia de la venta de armas de alto poder en aquel país. Estas reformas fueron ampliamente demandadas por la población en respuesta al terrible asesinato de 20 niños, de entre seis y siete años de edad, en la escuela Sandy Hook en diciembre pasado. Pero los intereses económicos de los fabricantes de armas fueron más poderosos que el sentido común.

Y hoy la famosa “reforma migratoria” cada día se parece más a una nueva ley de seguridad nacional. En lugar de reconocer la enorme contribución que realizan todos los días los mexicanos a la economía estadunidense y aceptar la naturaleza pluricultural del país, la ley busca ahondar las divisiones tanto dentro de la comunidad migrante como entre México y Estados Unidos.

Las nuevas e inaceptables modificaciones incluyen duplicar la cantidad de policías armados en la frontera de 20 mil a 40 mil, extender la cerca electrificada en cientos de kilómetros, y poner en operación 18 “drones” de vigilancia junto con un laberinto de cámaras y sensores infrarrojos propios de un campo de guerra. El senador John McCain ha presumido que estas medidas volverían la frontera entre México y Estados Unidos más impermeable que el Muro de Berlín. El senador Patrick Leahy ha señalado que tales disposiciones cumplen con una “lista de deseos de Navidad” de empresas de seguridad como Halliburton. Solamente falta que algún legislador del Tea Party también proponga colocar minas de guerra a lo largo de la frontera.

Ahora que la reforma pasa del Senado a la Cámara de Representantes, donde los republicanos son aún más poderosos, se incluirán más “enmiendas” nocivas. Por ejemplo, los migrantes muy probablemente serán excluidos de cualquier beneficio público mientras esperan más de una década para ser “legalizados”. También existe la propuesta de obligar a los mexicanos a pagar cuantiosas multas, así como a mantener un trabajo estable sin interrupción alguna durante todo el periodo de espera. Es posible que incluso se elimine la opción de conseguir la anhelada ciudadanía al final del largo periodo de espera y “buen comportamiento”.

En contraste, en Brasil el Congreso avanza en la aprobación de una nueva medida que obligaría al Estado a utilizar 100% de las regalías de la producción futura de petróleo para programas de educación y salud pública. Además, se encuentran en curso una amplia reforma política y medidas definitivas para combatir y castigar la corrupción gubernamental. México haría bien en seguir este valioso ejemplo.

El estudio más reciente del CIDE sobre las actitudes de los mexicanos hacia el exterior ha ratificado que los mexicanos se sienten mucho más “latinoamericanos” (50%) que “norteamericanos” (8%). Una encuesta de la BBC, Country Ratings World Survey 2010 (disponible aquí: http://ow.ly/ms0eW), también ha revelado que solamente 13% del pueblo mexicano tiene una opinión favorable sobre la influencia internacional de Estados Unidos.

Estos datos alentadores demuestran que la conciencia crítica del pueblo mexicano sigue firme. El progreso de México como país líder en el concierto de las naciones depende precisamente de valorar y fortalecer los vínculos con los hermanos del sur y rechazar las políticas excluyentes, prepotentes y racistas del norte.


Twitter: @JohnMAckerman

(c) John M. Ackerman, Todos los derechos reservados


6 comentarios:

  1. Poor México so far from God, and too close from yankis

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    1. so close from Yankis, futbol soccer, TV and now narcotrafic is closer than ever...

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  2. El enterguismo del pais a Estados Unidos , es solo por parte de las garrapatas gubernamentales que son directamente beneficiados con las transacciones en deterioro de nuestros recursos y nuestro bienestar , nunca por parte de la poblacion. Muchos mexicanos soñamos con ver a nuestros niños y jovenes en la escuela y con oportunidades para todos y sabemos que es posible solo falta estar unidos y dejar el individualismo de lado, saber que unidos somos mas ,este pais esta despertando pero hace falta mas.

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  3. JOHN claro que hace falta mas, pero con huevos a los mexicanos ya se les olvido el amor a la patria por eso ven pedejenovelas para olvidarse de lo que pasa en este país tan lastimado por la corrupción saludos.

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  4. Felicidades John por tu valentía y tus publicaciones, mismas que leo ávidamente en Proceso. Soy estudiante de sociología en la UABC y todo lo que escribes es apasionante. En mis ensayos he citado artículos tuyos, sobre todo uno de ellos que me pareció que tenía una analogía con Althusser en sus Aparatos Ideológicos del Estado.

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  5. Vaya. Falta ver lo que el intelectual de cabecera de morena (que no de izquierda) comenta. Aún creyendo que fue un error plantear que Halliburton es una empresa de seguridad y no de petróleo, y esperando que no sea desconocimiento del ámbito energético a nivel global, varias de las aseveraciones en la columna son más que incendiarias.
    Plantear que a EU lo define la política cerrada de una banda de extorsionadores de derecha, es negarle a la mitad de un país de más de 300 millones de habitantes su pensamiento incluyente. Se quiera o no, en el país vecino los poderes fácticos tienen mucho poder y son apoyados (o manipulados) por varios millones. Al punto de que muchas de sus demandas son aceptadas por los legisladores de centro y por el mismo presidente. Esto significa que todo EU es así? Esto significa que todos los congresistas y senadores quieran militarizar la frontera? O que toda la gente de EU pida a gritos que los latinos y negros no puedan votar? Por supuesto que no! Hay gente en ese país que todos los días encara a esa banda de ultraderecha y les reclama lo mismo que el sr. Ackerman reclama. Por eso generalizar nunca es bueno y menos cuando se generaliza las ideas de la NRA a todo un país. Esto más que un comentario desatinado, parece destinado a comparar al vecino con el mismo diablo. Lamentablemente, y siguiendo el mismo modo de "política" que el líder de morena, el sr. Ackerman cree que gobernar debe de ser a su modo o nada. Y eso en la realidad no funciona. En una democracia se debe de tomar en cuenta al de enfrente, por más nocivo que sea, también son parte de la democracia y también juegan. De qué sirve ignorarlos y paralizar a todo un país?
    Para peor, comenta de las políticas migratorias de EU como si las mexicanas fueran lo mejor. Si se hiciera un comparativo entre ambas, veríamos que en el país no estamos mucho mejor. Es difícil conseguir una residencia, o un permiso de trabajo, y mucho más una simple visa de turista. Pero esto parece no importar cuando se critica al de enfrente.
    Después se alaba la idea de la presidents brasileña de invertir todas las regalías del petróleo en educación, porque la educación es la llave para salir adelante. Qué importa que la economía nacional ya no necesite dos mil abogados más al año, igual hay que asegurarnos de que sean educados aunque tengan terribles empleos. O falta recordar la situación española? Donde la inmensa mayoría de jóvenes terminan con una carrera o dos y una o dos maestrías y varios idiomas, solo para enterarse que no hay cabida para ellos en la economía nacional. Se quiere vender siempre a la educación como la panacea, pero esta de nada sirve si no viene acompañada de una política que permita una mayor actividad económica para absorber a todos esos nuevos trabajdores y no solo esperar a que el gobierno abra carteras de burócratas para absorberlos. Temo que el sr. Ackerman sabe y entiende esto pero prefiere no comentarlo, y tendrá sus razones. Por último, alaba el sistema brasileño de utilizar la renta petrolera para gasto social, pero no está justamente en contra de emular una compañía de petróleos como la brasileña? No se niega a que Pemex se transforme en eso mismo?
    Una pena que con tanta capacidad el sr. Ackerman solo escriba para incendiar más los ánimos. Es justo lo que necesitamos ahora.

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