ARTICULO 39 CPEUM. LA SOBERANIA NACIONAL RESIDE ESENCIAL Y ORIGINARIAMENTE EN EL PUEBLO. TODO PODER PUBLICO DIMANA DEL PUEBLO Y SE INSTITUYE PARA BENEFICIO DE ESTE. EL PUEBLO TIENE EN TODO TIEMPO EL INALIENABLE DERECHO DE ALTERAR O MODIFICAR LA FORMA DE SU GOBIERNO.

domingo, 29 de diciembre de 2013

"Justicia ya, riqueza para todos" (29 de diciembre, 2013)

Protesta del SME frente a Los Pinos//Foto: Miguel Dimayuga, Proceso
John M. Ackerman

El inicio de un nuevo año es un excelente momento para soñar con un mundo más pacífico, justo y democrático, así como para fijar metas concretas que orienten nuestros esfuerzos durante los próximos 12 meses. El problema más grave en México es la enorme desigualdad que existe entre un puñado de familias oligárquicas que todos los días se quedan con una parte más grande de la riqueza nacional, y los millones de mexicanos pobres o de “clase media” que tienen que trabajar cada vez más para apenas mantenerse en el mismo nivel de sobrevivencia. Nada justifica esta situación de enorme injusticia, y todos deberíamos redoblar nuestros esfuerzos para combatir este mal durante el año que está a punto de iniciar.

En principio, a cada mexicano le debería tocar una parte igual de la riqueza nacional. De acuerdo con los mejores cálculos internacionales, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de México hoy equivale aproximadamente a 10 mil dólares, o 130 mil pesos mexicanos, por año. Es decir, el valor de mercado de todos los bienes y servicios producidos en el territorio nacional durante 12 meses alcanzaría para que todos y cada uno de los mexicanos, incluyendo niños y personas de la tercera edad, recibieran un salario de aproximadamente 11 mil pesos mensuales.

Si México fuera un país justo, una familia de cuatro personas ganaría 44 mil pesos al mes. Quienes hoy reciben menos de esta cantidad, independientemente de su actividad laboral, están siendo explotados injustamente y tienen pleno derecho de protestar y demandar su justa porción de la riqueza nacional. En cambio, quienes ganan más de esta suma tendrían que ofrecer argumentos de peso, aceptables para todos, si pretenden validar su posición de privilegio dentro de la economía nacional.

Un ejercicio similar tendría que hacerse no solamente con respecto a los ingresos nacionales, sino también con respecto a la riqueza nacional. Esto significaría repartir de manera equitativa todas las ganancias generadas en un año, y también la totalidad de bienes y servicios acumulados a lo largo de las últimas décadas y poseídos hoy por los mexicanos. Si bien es muy difícil encontrar cifras confiables con respecto a la concentración de la riqueza, las cantidades son sin duda mucho mayores, y su redistribución generaría condiciones de mejor bienestar para decenas de millones de mexicanos.

El artículo 123, fracción IX de la Constitución señala que todos los trabajadores del país tienen “derecho a una participación en las utilidades de las empresas”. Si bien este derecho es violado con frecuencia por medio de una multitud de artimañas jurídicas y políticas, este texto constitucional expresa un avanzado y moderno concepto de la necesaria redistribución de las ganancias económicas. Esta lógica debería aplicarse no sólo a las utilidades “de las empresas”, sino a todas las ganancias del país en su conjunto, ya que la riqueza nacional surge del trabajo y el esfuerzo de todos los mexicanos.

En algunos casos, la concentración de los ingresos o la riqueza nacional en pocas manos se justifica con el fin de promover inversiones o ahorros de largo plazo o para aprovechar “economías de escala” en la producción de bienes y servicios. Por ejemplo, desde luego tiene sentido contar con un Estado fuerte que concentra algunos recursos y es capaz de obligar a los actores políticos, sociales y económicos más poderosos a respetar la ley. Asimismo, para la producción de algunos bienes y servicios particularmente sofisticados o complicados, existe la necesidad de hacer confluir recursos y talentos.

Pero un principio central en un sistema social moderno y racional debe ser que todos compartan de manera equitativa los frutos producidos por la sociedad de la cual forman parte. Hay que romper de una vez por todas con la fantasía neoliberal de que quienes tengan mayores ingresos “merecerían” su riqueza con motivo de sus “talentos” más desarrollados o su “estatus” más elevado. En una sociedad democrática ningún ser humano merecería recibir menos que otro, ya que todos serían esencialmente iguales.

Las evidentes diferencias superficiales que caracterizan nuestros físicos o nuestras personalidades no debieran ser utilizadas para justificar una situación de explotación y desigualdad oprobiosa e inaceptable. Habría que deshacernos del racismo, el machismo, el clasismo y el elitismo de una vez y para siempre.

Pongamos todos lo que esté a nuestro alcance para que 2014 sea simultáneamente un año de protestas y denuncias expansivas, en contra de la desigualdad, el saqueo y la corrupción, y un periodo de construcción de nuevas alternativas ciudadanas a favor de un país, y un mundo, más justo, pacífico y democrático.

Twitter: @JohnMAckerman

(c) John M. Ackerman, Todos los derechos reservados
(Publicado en Revista Proceso, Num. 1939)

domingo, 15 de diciembre de 2013

"Alta traición" (15 de diciembre, 2013)

Protestas contra la contrareforma energética en Xalapa, Veracruz/Foto:Rubén Espinosa, Proceso
John M. Ackerman

Las expresiones de júbilo de los legisladores federales al aprobar la contrarreforma energética recuerdan los depravados banquetes del clan de los Borgia en Italia en el siglo XV. Aquella poderosa familia controló política y economía en El Vaticano durante décadas y terminó hundiéndose en un oscuro pozo de decadencia ética y moral. Para entender lo que está pasando hoy en la política nacional se recomienda ver la película de Antonio Hernández (Los Borgia) que retrata a todo color el robo, las traiciones, los asesinatos, la corrupción y las depravaciones de este antecedente histórico del PRIANRD. Y para complementar la cartelera durante esta época navideña se recomienda volver a ver La ley de Herodes, de Luis Estrada y con la insuperable actuación de Damián Alcázar, estrenada en 1999 pero hoy más vigente que nunca por retratar de manera fiel el corrupto, hipócrita y entreguista estilo de gobernar del PRI y de sus aliados panistas y perredistas.

En lugar de corregir los graves problemas y peligros con la iniciativa de reforma energética originalmente presentada en septiembre (Video de mi análisis aquí: http://ow.ly/rFXcO), en total sigilo Enrique Peña Nieto junto con sus más cercanos aliados, socios y amigos abrieron todos los candados para permitir casi cualquier tipo de “contrato” o “licencia” con particulares y así permitir el control total sobre el petróleo nacional por empresas extranjeras. En lugar de “modernizar” o combatir la corrupción en PEMEX, la reforma aprobada por el Congreso de la Unión, en apenas cuatro días y en flagrante violación de los procedimientos legislativos, convierte esta empresa estatal primero en un contratista más de la Secretaría de Energía para posteriormente proceder a su total desmantelamiento y desaparición.

El proceso de reparto del territorio nacional entre las diferentes empresas y contratistas privadas estará enteramente en manos del Ejecutivo Federal, sin intervención alguna del Poder Legislativo. A todos y cada uno de los cómplices de Peña Nieto les tocará su parte, incluyendo los representantes de la supuesta “izquierda” quienes hoy fingen su oposición a la reforma pero que con el “Pacto por México” generaron las condiciones necesarias para su aprobación. “Para todos hay” y “No me des, ponme donde hay” son lemas típicos del priísmo histórico que hoy retornan con una fuerza sin precedentes.

Las instituciones públicas y la clase política entera se rinden ante los cañonazos de 50 mil dólares que hoy ya empiezan a repartirse entre cualquiera dispuesto a agachar la cabeza y estirar la mano. El enorme fraude histórico del rescate bancario de FOBAPROA, orquestado por Ernesto Zedillo otro fatídico 12 de diciembre (de 1998) y que hoy todos los mexicanos seguimos pagando, resultará ser peccata minuta en comparación con el enriquecimiento ilícito que se generará a raíz de las nuevas “reglas” para la explotación del petróleo nacional. 

A Peña Nieto y sus cómplices simplemente no les importa la enorme desaprobación ciudadana en su gobierno o el contundente rechazo popular a la privatización de la industria petrolera. Los mecanismos “democráticos” les tienen sin cuidado. Ellos mismos han señalado públicamente que no les interesa la “popularidad” ciudadana o siquiera la legitimidad institucional. Lo único que les preocupa es acumular personalmente suficientes recursos para poder comprar la siguiente elección y así evitar cualquier rendición de cuentas histórica con respecto a los atracos de su gestión. 

Una vez que se publique la contrareforma energética en el Diario Oficial de la Federación podremos olvidarnos de la falsa fachada de “mesura” y pluralidad política que ha venido simulando el PRI-gobierno desde su retorno a Los Pinos. Ya con “los pelos del burro en la mano” y con la urgente necesidad de cubrir el enorme “hueco fiscal” generado por la privatización de la renta petrolera, Peña Nieto no dudará en implementar un aumento generalizado al IVA, exprimir aún más a los contribuyentes cautivos, impulsar onerosas cuotas para los estudiantes de las universidades públicas e inventar miles de otras maneras para financiar al saqueo.

En 1938, miles de ciudadanos acudieron al Zócalo de la Ciudad de México para donar voluntariamente sus humildes posesiones para ayudar al gobierno del General Lázaro Cárdenas a pagar las indemnizaciones de la expropiación petrolera. Hoy el pueblo trabajador pagará de nuevo, pero en esta ocasión el monto será mucho mayor, las contribuciones serán obligatorias y no serán motivo de orgullo sino de indignación. 

Esta inaceptable actuación de la clase política está tipificada en el Código Penal Federal en su artículo 123, fracción I donde señala que comete el delito de “traición a la patria” quien “realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero”. Difícilmente podríamos encontrar una mejor descripción para las acciones tomadas por el Congreso de la Unión en los últimos días. Los legisladores de la supuesta “oposición” tendrían que tener la dignidad y la valentía para renunciar inmediatamente a sus cargos para no ser cómplices del atraco. 

Quienes cifran sus esperanzas en la realización de una eventual “consulta” sobre la reforma energética (en 2015) se engañan a sí mismos o de plano le mienten al pueblo. Buscan volver a darnos “atole con el dedo”. La Ley de Consulta Popular incluye tantos candados que difícilmente podría aplicarse en el caso energético. El PRI-gobierno trabajará de la mano con sus amigos en la Suprema Corte para asegurar que ello no ocurra. Argumentarán, por ejemplo, que el tema energético está íntimamente relacionado con “los ingresos y gastos del Estado” y por lo tanto excluido como materia de consulta por el artículo 35 constitucional.

La única esperanza en este momento sería detener la publicación de la reforma en el Diario Oficial de la Federación y después evitar la aprobación de las leyes secundarias en la materia. Pero ello solamente será posible si se multiplican las muestras de desobediencia civil pacífica a lo largo y ancho de la República. 

Recordemos que apenas 21 meses después del cobarde asesinato de Francisco I. Madero por Victoriano Huerta el 22 de febrero de 1913, los Generales Emiliano Zapata y Francisco Villa entraron victoriosos a la Ciudad de México el 6 de diciembre de 1914. Peña Nieto ya ganó su lugar en la historia como el Victoriano Huerta de nuestros tiempos. Pero en lugar de esperar la llegada de un nuevo Zapata u otro Villa, inspirémonos todos en su legado para tomar acción desde hoy mismo para juntos salvar la Patria del saqueo. 

El artículo 39 de nuestra gran Constitución revolucionaria señala sin rodeos que “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. Hagamos valer nuestros derechos y defendamos nuestra Carta Magna de los traidores a la Patria. 

Twitter: @JohnMAckerman

(C) John M. Ackerman, Todos los derechos reservados
(Publicado en Revista Proceso, No. 1937)

viernes, 13 de diciembre de 2013

Gobierno de Miguel Ángel Mancera al servicio de Televisa (Denuncia anónima de funcionario GDF, 13 de diciembre, 2013)

Aparentemente indignad@ por la actuación represiva y autoritaria de su jefe Miguel Ángel Mancera así como por la complicidad del Gobierno del Distrito Federal con Enrique Peña Nieto y Televisa, un importante funcionario público del gobierno local ha hecho llegar a Soberanía Popular una denuncia anónima que aquí reproducimos en su totalidad para el conocimiento del público en general.  

Esta información puede ser compartida libremente tanto via internet como por otros medios de comunicación. Comunicaciones a Soberanía Popular pueden ser dirigidas a: johnackblog@gmail.com  

COMUNICACIÓN ÍNTEGRA:

"Te adjunto unas fotos que logré sacar del evento de Televisa al cual nos obligaron a ir a trabajadores del GDF. 

Al personal de honorarios así como al de estructura nos dieron mínimo 2 boletos para que lleváramos un acompañante. 

En dicho evento estuvo Banda Recodo y Bobby Pulido entre otros artistas. Ahí, nos decían a que hora teníamos que gritar y desear "Feliz Año 2014" ya que dicho programa se trasmitirá por Televisa después de las doce campanadas.

Ahí mismo los que conducían la trasmisión dieron gracias al GDF por su apoyo a la realización de este evento, dando instrucciones que tenían que estar todos sonrientes, gritar y saludar cuando ellos dieran "una señal" ya que iban a aparecer en la televisión ya que era un evento para trabajadores del GDF. No nos dejaron tomar fotos, solo las que logré captar. 

Cuando nos repartieron los boletos yo le comenté a mi jefa que nunca habíamos participado en eventos de este tipo y me dijo que "pues ni modo" eran instrucciones y teníamos que acatarlas porque era un convenio de Mancera y del TSJDF con Televisa y teníamos que ir. Además como los boletos estaban numerados de esa manera sabrían quien asistió al "evento" ya que apuntaron cuales eran los números que nos daban a cada uno. Porque pasarían un reporte de los boletos que entraron al Estadio Azteca.

Por otra parte nos citaron también para el desfile Coca Cola a las 18:00 Hrs y van a pasar lista por instrucciones de la Secretaria de Desarrollo Social. Al rato tomaré fotos de este otro "Evento" y te las envío.
Te envío el presente porque me parece indignante e inaudito que nos obliguen a asistir a estos eventos al personal de estructura y honorarios aprovechándose de la necesidad de que tiene que conservar uno el empleo."




domingo, 1 de diciembre de 2013

"El albazo de diciembre" (1 de diciembre, 2013)

#1DMX 2012//Foto: Alfredo Domínquez, La Jornada
John M. Ackerman

Lo que más llama la atención sobre el primer año de gestión de Enrique Peña Nieto no es el evidente fracaso del nuevo Presidente de la República para encaminar la nación por el sendero de la paz, la democracia y el desarrollo, sino la constante expansión de la movilización social y conciencia ciudadana a lo largo y ancho del país. Avanza con firmeza la larga marcha de la verdadera transición política, de una alternancia simulada a una auténtica democracia revolucionaria. 

La sociedad se encuentra hoy mucho mejor posicionada que el pasado primero de diciembre para detener las estratagemas de la clase política y los poderes fácticos. La cobarde represión del #1DMX, y de las marchas subsecuentes, constituyó un duro golpe en contra de la esperanza ciudadana y jamás debe ser olvidado (mi análisis: http://ow.ly/rh35Z). Sin embargo, gracias a las contundentes protestas de los maestros, el ejemplo de las autodefensas comunitarias, las movilizaciones en contra de la privatización petrolera de Andrés Manuel López Obrador y la constante participación juvenil, el innato espíritu rebelde de la sociedad mexicana hoy goza de cabal salud. El PRIANRD muy difícilmente podrá repetir la historia de la aprobación relámpago de la contra-reforma educativa en diciembre de 2012 con un nuevo albazo para la contra-reforma energética.

El dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, ha señalado que con la contra-reforma energética “se cerrará el ciclo reformador” para después “pasar al proceso de transformación que requiere el país”. Así, hasta uno de los principales operadores de Peña Nieto reconoce que el gobierno ha fracasado miserablemente durante los últimos doce meses en “transformar” al país y pide que esperemos resultados hasta el próximo año. 

Los datos son conocidos por todos. La economía se encuentra en picada, el desempleo y la informalidad se expanden, y el endeudamiento público y privado se disparan. La violencia, los homicidios y las violaciones a los derechos humanos se han institucionalizado y los secuestros se han vuelto más frecuentes en el territorio nacional. Mientras, los políticos siguen con su teatro de negociaciones oscuras, pactos inconfesables y reformas tramposas. Todas las encuestas demuestran un fuerte desgaste en la imagen de Peña Nieto y una creciente desconfianza de los ciudadanos en los políticos (mi análisis: http://ow.ly/rh4ip).

La “unidad” de la clase política bajo la tutela del Pacto por México ha dividido y confrontado a la sociedad. La contra-reforma educativa lanzó los maestros a las calles y ha generado una conflictividad sin precedentes tanto entre las diversas representaciones y secciones sindicales como entre los mismos padres de familia. La absoluta continuidad en la “estrategia” de combate al narcotráfico entre Calderón y Peña ha fortalecido a la delincuencia organizada y fomentado graves conflictos dentro de las comunidades. Y el cada vez más férreo control sobre los contenidos de los medios de comunicación, tanto electrónicos como impresos, cada día divide más a la sociedad entre quienes tienen acceso a la información verídica disponible en los medios alternativos y sociales y quienes se quedan atrapados por las mentiras de los medios tradicionales.

Esta polarización social paradójicamente refleja un desarrollo positivo en la coyuntura política. Hace un año, Calderón, Peña, Slim, Azcárraga, Madero, Beltrones, Ebrard, Mancera y Zambrano caminaban de la mano confiados en su control absoluto sobre la política nacional. El desgaste de #YoSoy132 junto con la cobarde represión policiaca habían mermado la fuerza de las movilizaciones juveniles y los políticos alistaban sus largos cuchillos para repartirse el pastel y los huesos de poder. 

El “fast-track” a través del cual se aprobó la contra-reforma educativa ratificó la soberbia de los políticos. En tiempo record y casi sin debate alguno, la iniciativa de Peña Nieto presentada el 10 de diciembre fue aprobada por ambas cámaras en apenas 11 días. Seis semanas después, el 6 de febrero, la mayoría de los congresos estatales ya habían aprobado las reformas a los artículos 3 y 73 constitucional. Y el 25 de febrero de 2013 se publicó sin mayor contratiempo en el Diario Oficial de la Federación 

Pero los políticos no habían ni siquiera deshojado sus margaritas para celebrar su hazaña cuando sobrevino la avalancha de protestas magisteriales que hizo añicos de la fantasía neoliberal de nuestro supuesto arribo a la “modernidad” democrática. Tal y como ocurrió con los jóvenes de #YoSoy132 durante la campaña presidencial de 2012, los maestros lograron romper el hechizo del poder omnímodo de los políticos y hacer presente la fuerza de la sociedad. 

Hoy, el PRIANRD quiere repetir el albazo de diciembre, pero ahora con la contra-reforma energética. Una vez concluida las negociaciones con respecto a la reforma política-electoral, la clase política intentará aprovechar de las distracciones de la temporada navideña para imponer una reforma constitucional que condenaría el país al subdesarrollo y la más absoluta pobreza durante las próximas décadas. 

Si bien es posible que los Senadores y los Diputados logren atrincherarse en las oficinas de Exxon-Mobil o Monex para levantar sus dedos en aprobación de los dictámenes correspondientes, será una tarea imposible convencer a la sociedad de las supuestas bondades de la reforma. La aprobación de la reforma constitucional por los congresos locales, la redacción de las leyes secundarias y la eventual asignación de los contratos a los saqueadores enfrentarán aguerridos cuestionamientos ciudadanos a cada paso. Recordemos, por ejemplo, que el mismo López Obrador forjó su presencia política nacional a raíz de la “toma” de pozos petroleros en Tabasco en 1996 en defensa de las demandas de los campesinos e indígenas de su estado. 

Un nuevo albazo inevitablemente generará una respuesta ciudadana aún más contundente que la que tuvo la reforma educativa el año pasado. Fortalecería enormemente la posición del político tabasqueño y, aún más importante, generará cientos de nuevos liderazgos sociales en todo el país listos para encauzar la creciente indignación popular hacia la derrota histórica del autoritarismo renovado. 

Twitter: @JohnMAckerman

(C) John M. Ackerman, Todos los derechos reservados
(Publicado en Revista Proceso No.1935)