Conmemoración de los Luditas ingleses por Cath Everett (via ludditelink.org.uk) |
John M. Ackerman
Hay que canalizar de la manera más efectiva la justa rabia y repudio al sistema corrupto y asesino que hoy se presenta como “gobierno” en México. En los albores de la Revolución Industrial, los artesanos ingleses desataron su furia en contra de las nuevas máquinas fabricantes de telas que estaban eliminando sus fuentes de trabajo. En su desesperación, los dignos “luditas” confundían las herramientas de la explotación con los autores de la dominación. No eran las máquinas sino sus dueños los verdaderos adversarios. Esta confusión fue uno de los motivos por los cuales se quedó corto el desarrollo político de Inglaterra en comparación con los vecinos revolucionarios de Francia.
Hoy ocurre algo similar con respecto a las elecciones y los partidos políticos en México. El enorme hartazgo con la clase política y los constantes fraudes electorales han llevado a muchos a abogar por un “boicot” electoral, así como a demandar la cancelación de las elecciones en Guerrero. Si bien se entiende y se comparte la enorme indignación que motiva estos posicionamientos, también se vale cuestionar respetuosamente la utilidad de las estrategias que proponen.
Lo que nos tiene sumidos en la más absoluta ignominia no son las elecciones o los partidos en sí mismos, sino el fraude y la corrupción política. No fue el voto lo que llevó Enrique Peña Nieto, Ángel Aguirre y José Luis Abarca a sus puestos, sino la dictadura mediática, la compra de voluntades y la parcialidad de las instituciones electorales. Y hoy no somos gobernados por partidos políticos, sino por una clase política absolutamente podrida que ha logrado corroer y destruir por dentro a cada uno de los institutos políticos que hoy malgobiernan el país.
Si los ciudadanos críticos dejan de votar u obstaculizan la celebración de las elecciones, hacen el trabajo aún más fácil a los corruptos. Las televisoras, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Pacto por México avanzarán juntos con toda tranquilidad en la consolidación de la dictadura mediático-militar bajo el mando de Washington y los mercados financieros internacionales.
La evidencia más clara de que la esfera electoral todavía implica una amenaza para el sistema es la enorme cantidad de dinero que se invierte en propaganda engañosa, en “chayotes” mediáticos, en el acarreo de votantes y en la alquimia electoral. Si las elecciones fueran exclusivamente una ceremonia de legitimación no sería necesario gastar tanto en las campañas o llenar al INE con tantos soldados leales al sistema. Al contrario, el sistema podría darse el lujo de garantizar un “juego limpio” y equitativo entre los diferentes candidatos, además de fomentar los debates públicos y una plena libertad de expresión.
Si la esfera electoral estuviera totalmente controlada por el sistema no hubiera sido necesario, por ejemplo, despedir a Carmen Aristegui de MVS Noticias 15 días antes del inicio de las campañas federales. Tampoco haría falta la abusiva, engañosa e ilegal campaña del Partido “Verde”.
Votar libremente por los pocos candidatos que valen la pena no es entonces “legitimar el sistema”; es precisamente rebelarse en contra del mismo. Votar de manera informada tampoco es “extender un cheque en blanco”, como señala nuestro distinguido colega de Proceso Javier Sicilia, sino solamente no dejar un estratégico campo de batalla totalmente libre al adversario. No deberíamos hacer tan fácil a los corruptos su trabajo de robarnos la esperanza y cancelar nuestros derechos ciudadanos. El gran dirigente popular Rubén Jaramillo tenía esta lección sumamente clara cuando compitió por la gubernatura de Morelos dos veces, en 1946 y 1952, aún en un contexto del más profundo autoritarismo de Estado.
Ahora bien, resulta evidente que el ejercicio del voto no podrá por sí solo salvamos del naufragio nacional. El poder del Estado nunca fue lo que algunos imaginaban que era, y hoy, después de tres décadas de entreguistas políticas neoliberales, se encuentra más debilitado y vulnerable que nunca. Para que el relevo en los cargos públicos pueda tener un verdadero impacto, hace falta construir simultáneamente una alternativa social independiente que de una vez por todas obligue a las autoridades a rendir cuentas y responder a las demandas ciudadanas.
Los importantes esfuerzos de construcción de poder popular al nivel municipal en Guerrero, Chiapas, Michoacán y Oaxaca deben ser el modelo para los niveles estatales y federales. Los policías deberían ser “comunitarios” tanto en los municipios como en todos los niveles de gobierno y en el país entero. Y el modelo de “Concejos Populares” que se aplica en pueblos indígenas tendría que extenderse a toda la nación. Luchemos para que todo México sea territorio autónomo y rebelde, no solamente algunas localidades.
Y en el camino para lograr esta necesaria transformación del poder público es crucial saber reconocer y valorar a los amigos y aliados. Específicamente, en cada elección tenemos la obligación de preguntarnos cuál de los candidatos estará más dispuesto a escuchar las demandas ciudadanas o, en su caso, simplemente será utilizado para reprimir a los inconformes.
Para esta evaluación habría que considerar tanto el talante autoritario y las trayectorias de cada candidato como los compromisos políticos que pesarán a la hora de tomar decisiones clave. En consecuencia, la gran pregunta no es cuál de los candidatos resulta “mejor” o “menos peor”. Es: ¿Cuál encabezará un gobierno menos agresivo para el florecimiento y el empoderamiento de la sociedad combativa y exigente que necesitamos para poder solucionar juntos los grandes problemas nacionales?
Twitter: @]ohnMAckerman
Publicado en Revista Proceso No. 2005
(C) John M. Ackerman, Todos los Derechos Reservados
Hola señor Ackerman.
ResponderBorrarSolo aportando algo que acertadamente usted menciona.
Los ludistas no pudieron entender algo que hoy en día sabemos pero que aún no podemos controlar y tal vez en eso seguimos pareciéndonos a ellos: en malas manos la tecnología se vuelve oscura y siniestra. Y algo similar pasa con el poder de público, como un engranaje tecnológico debe ser utilizado al servicio de la población y conducirse como líderes hacia nuevas y armoniosas formas de convivencia. Pero hoy en día sabemos que las manos que están atrás de este engranaje son oscuras y siniestras haciéndonos sentir huérfanos en este patriarcado político, y los conflictos no son otra cosa que la representación de que algo esta girando mal en nuestro engranaje tecnológico; es curioso pero nuestra tecnología tiene alma y siente, han querido programarla para algo oscuro y siniestro pero muy dentro esta máquina sabe que estos códigos están mal programados y esa no es la finalidad de este engranaje, nuestros líderes hoy nos conducen a un "kernel panic".
Lo que usted menciona señor Ackerman es muy acertado, ir de lo macro a lo micro otra vez, retomar los "Concejos Populares" sin ningún cargo político tal vez, pero con mucho peso social que al final de cuentas todo es político; pero solo al mencionar la palabra "político" hoy en día es sinónimo de incredulidad y cinismo.
El voto nulo es sólo la anarquía que hoy el patriarca político busca, como todo padre mitológico, quiere devorarse a sus hijos antes de que lo destronen, y el voto nulo es la representación de su autoritarismo.
Ya no creemos en nuestros candidatos es cierto, pero creemos en el engranaje tecnológico, el problema es que la configuración esta mal aplicada y necesitamos "resetear" el software, únicamente busquemos a un buen técnico para ello y eso es la tarea difícil que no muchos sabemos hacerlo y más si nos bombardean con falsa publicidad.
Buen día
Saludos
Carlos Angel Ferrer
fe de erratas "poder de público" es poder de Estado.
ResponderBorrar"El solo quejarse sin proponer una alternativa no ofrece nada." Es necesario votar y asi lo hare... por el menos peor! Claro es que Lorenzo (INE) es un Titere del Estado Corrupto. Saludos John.
ResponderBorrarDiscrepo con usted en relación a la critica a Javier Sciciia y las familias de los aun 42 desaparecidos de Ayotzinapa, leo y releo su columna y entre líneas usted acarrea agua al molino de Morena, Víctor Quintana Silveyra en Chihuahua no me dejara mentir, Víctor y sus seguidores que lo conocen tanto a Ud. como a su distinguida esposa y les tienen en alta estima; bien teniendo en cuenta este preámbulo familiar, me gustaría preguntarle ¿ si ya está desprovisto de cualquier forma de sentimiento, ahora que forma parte de la nueva especie humana: Econo-Sapiens? Además, ¿qué cree que sea más doloroso, que un hijo pierda a un padre, o que un padre pierda a un hijo? El dolor humano no solo es físico, sino emocional y además cognitivo, esto para recordarle también que dudo mucho que su señoría alguna vez haya caminado una milla en los huaraches que esas humildes personas llevan puestos. Es más, quiero ir más allá de las palabras y conminarlo a que demuestre usted que de alguna manera, ya sea indirecta, o directamente no espía para el aparato de inteligencia que operan los estadounidenses en esta que si es mi tierra y no crea que soy solo un bravucón, pero si le aseguro que pondré el pecho en medio de las balas el día que descubra a algún facineroso en México tratándose de aprovecharse de mis compatriotas y ya me he cobrado cuentas, si no pregúntele a Daniel Peyton lo que le costó haber me presumido que había atomizado Napalm en Vietnam. Ya nos lo dijo Edward Snowden y estamos hartos de ese control férreo que tienen los estadounidenses en la tierra que me vio nacer.
ResponderBorrarEstoy de acuerdo con Ud.Sr Vasquez Rascon.Me parece que no debemos tolerar que extranjeros se expresen de esa forma de los mexicanos que por muy mal que actuen,ellos no son quien para opinar de nuestros problemas de esa forma,cuando ellos no respetan a nuestros connacionales en su territorio,nunca resuelven los asesinatos que cometen.Y son quienes explotan el poder industrial que tienen,un ejemplo el efecto popote sauqueador de nuestro PETROLEO:
BorrarLa "construcción de poder popular al nivel municipal en Guerrero, Chiapas, Michoacán y Oaxaca" que usted menciona, doctor Ackerman, se ha hecho NO por la vía electoral sino por la vía de la desobediencia civil no violenta, en contra de las leyes, en contra del gobierno y en contra de los poderes fácticos. Justamente, esos reductos de autonomía están en contra de las elecciones. Y tienen la razón. Es, en mi opinión, la única forma de enfrentar a un régimen criminal como el que nos domina y de "construir simultáneamente una alternativa social independiente". Efectivamente, como usted escribe, hay que luchar "para que todo México sea territorio autónomo y rebelde". Hagámoslo como esas comunidades lo hicieron: sin partidos, sin prerrogativas, sin diputaciones plurinominales, con puro y duro poder ciudadano, consciente, pacíficamente combativo, políticamente comprometido con los valores que esas comunidades defienden. Yo, por lo pronto, votaré EN CONTRA de este régimen ROMPIENDO mi voto, no simplemente anulándolo. Llevaré a cabo un acto de desobediencia civil no violento que representa lo que ese régimen ha hecho con nuestro país: romperlo de cabo a rabo.
ResponderBorrarNo quiero dudar de la ideología de los opinantes anteriores, pero ¿de veras es tan difícil detenerse a analizar el planteamiento del Dr. Ackerman? Si el 100% de los mexicanos anuláramos -de cualquier forma- nuestro voto, la medida sería un éxito, pero el 100% sólo existe cuando se escribe en alguna superficie y bastaría 1 voto (uno solo) para que el sistema continuara, con el agravante de que no se habría modificado en nada -al menos por la estrategia aplicada- la cultura política del pueblo. Para cambiar el sistema deben usarse las herramientas disponibles, no almacenarlas pretendiendo que desde su rincón puedan espantar a alguien. Cambiando de tema: en el artículo se encuentra la frase 'Tampoco haría falta la abusiva, engañosa e ilegal campaña del Partido “Verde”.' Sugiero cambiar las comillas y dejarlas enmarcando la palabra "partido".
ResponderBorrarLo electoral es tan solo un campo de lucha. El dilema no es votar o no votar sino votar con información y consciencia aún habiendo pocos candidatos fiables hay que votar por ellos. No votar es dejar el campo libre al sistema corrupto que nos gobierna. Una oposición realmente efectiva contra las elecciones sería la de millones de ciudadanos BIEN organizados y articulados, que lograrían la deslegitimizacaión de un sistema electoral engañoso y manipulado. No es el caso, no existen esos millones de ciudadanos organizados. Las grandes guerras no se han ganado de un solo golpe; Roma no cayó con rapidez sino desmoronándose... además hay más frentes y formas de lucha...
ResponderBorrarCreo que romper el voto ó abstenerse son las mejores opciones, no debemos seguir legitimando al régimen. Votar, anular y abstenerse tienen distintos significados. http://asambleasyconsejoscomunitarios.comlu.com/
BorrarSaludo
Creo que lo más sensato es ofrecer alternativas realizables, no importa que sus resultados sean a largo plazo. En ese sentido lo que han hecho diversos líderes sociales actuales ayuda a la toma de conciencia de que los partidos-gobierno son y representan intereses de los grupos económicos contrarios a la mayoría de los mexicanos y atentan contra las riquezas nacionales. Darle cauce a esa toma de conciencia en un movimiento social transformador y/o refundador es el desafío.
ResponderBorrarEstas diferencias de opiniones son las que no han logrado que la ciudadanía haga una reflexión única.Son las mismas opiniones que nos hacen dudar si participamos o no en la próxima elección,mientras tanto el Sistema político que nos malgobierna avanza en ese terreno que nosotros estamos desatendiendo.Yo opino que sí debemos de manifestar nuestro descontento,nuestra rabia por los desaparecidos,por los estudiantes desde cualquier trinchera,pero que también lo hagamos votando en contra de los que han ordenado o dirigido este mal gobierno,debemos de votar en contra de los que firmaron el pacto por México.
ResponderBorrarEl hecho es que el mexicano está cansado de votar y no ser escuchado, las políticas electorales de este país han logrado llevar al hartazgo a las personas, me incluyo. la idea recurrente de que de nada sirve el voto ronda en la cabeza de varios mexicanos. si bien es una obligación el hacerlo estoy seguro de que muchos se abstendrán en las siguientes elecciones.
ResponderBorrarÉsta clase política está acabando con las esperanzas del pueblo.
Votar es un derecho político, no una a obligación cívica ó deber ciudadano. No es sólo la indignación ó el hartazgo con el régimen lo que nos mueve a la abstención sino el convencimiento de que con ello se le debilita y propicia su derrumbe. http://asambleasyconsejoscomunitarios.comlu.com/spip.php?rubrique2
BorrarEn 1994 también existía miedo y hartazgo en México y se apareció la señora Abstención y ganó el PRI. Ellos lo tienen muy calculado y en sus estrategias o van de compras con votos o van de magos con actos de desaparición forzada o juegan con nuestro peso malabarismo económico. Y dudo más de la intromisión gringa que ya está presente, armada y blindada, en nuestro país que del señor Ackerman, que siempre ha sido congruente en su tarea periodística que muchos otros que son "compatriotas" al servicio de lo más siniestros que mantienen al país como lo tenemos hoy en día.
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