John M. Ackerman
Una de las grandes debilidades de la izquierda en el mundo, y en particular en México y América Latina, ha sido su tendencia a las divisiones y los pleitos internos. Las fuertes convicciones y la pluralidad ideológica de quienes militan en movimientos progresistas, combinado con las infiltraciones y las cooptaciones desde el poder, producen un caldo de cultivo para la generación de constantes debates y conflictos. Esta situación convierte este tipo de movimientos en sumamente vulnerables a los ataques electorales, sociales y represivos desde el Estado y los poderes fácticos.
En contraste, la derecha suele caminar unida. El dinero y el negocio de la impunidad son sus grandes lubricantes. Entre personas sin principios pero con grandes ambiciones, no hay división ni berrinche que no se pueda resolver con un cañonazo de miles de dólares. Y la profunda red de complicidades entre los integrantes de la mafia no permite a nadie confrontar con demasiada fuerza a su adversario, so pena de ser expulsado del paraíso de la protección del poder.
Sin embargo, actualmente en México nos encontramos de repente en una situación excepcional en que la izquierda camina unida mientras la derecha se deshace en mil partes.
La fallida marcha de “Vibra México” constituyó un excelente botón de muestra de la descomposición de la derecha. En 2004, un grupo de convocantes muy similar al de “Vibra México” logró sacar docenas de miles de personas vestidos de blanco a las calles para protestar en contra del gobierno capitalino de Andrés Manuel López Obrador, y supuestamente también a favor de una mejor seguridad pública en la Ciudad de México. Muchas de esas mismas convocantes, como María Elena Morera y Isabel Miranda de Wallace, después evidenciarían su claro sesgo ideológico al respaldar las fallidas políticas de Felipe Calderón que empeoraron la seguridad pública y hundieron a todo el país en un baño de sangre.
Hoy, 13 años después de aquella marcha, menos de diez mil personas respondieron a la nueva convocatoria a una “marcha blanca”. Y quienes aportaron la verdadera “buena vibra” no eran los convocantes de derecha sino quienes desobedecieron la consigna de comportarse de manera “respetuosa” con el gobierno de Enrique Peña Nieto y prefirieron mostrar pancartas llenas de expresiones de repudio tanto para Donald Trump como para el presidente mexicano.
La marcha se dividió en dos partes. De un lado de la valla en el Ángel de la Independencia se colocaron los seguidores de Miranda de Wallace, quien tuvo que salir corriendo de la manifestación frente a las expresiones de repudio en su contra. Del otro lado, caminaron por separado cada uno de los convocantes a la “Marcha por la unidad”, demostrando la gran desconfianza y divisiones que existían entre los mismos grupos convocantes.
Mientras, figuras tan cuestionadas como Bernardo Gómez, Denise Dresser, Héctor Aguilar Camín, Claudio X. González, María Amparo Casar, Leo Zuckermann, y Chumel Torres todos asistieron a la marcha, pero muy pocos siguieron su ejemplo. La desconfianza generalizada en las instituciones públicas y los partidos políticos ya ha alcanzado también a las figuras de la sociedad civil supuestamente “puras” e “independientes”.
En contraste, del lado izquierdo del espectro político, la sociedad se une cada vez más con el proyecto y el movimiento de López Obrador. Docenas de miles de personas, de una variedad de agrupaciones sociales y partidos políticos, han acudido a cada una de las plazas públicas que ha visitado el tabasqueño para firmar su adhesión al Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México con miras hacia 2018.
El PRD se desfonda de una manera estrepitosa y la farsa de las candidaturas “independientes” cada vez se hace más evidente. En cambio, el Presidente del Partido Morena ha sido la única figura política capaz de llenar el enorme vacío de dirección y poder resultado del abandono a cualquier principio democrático de parte del gobierno de Peña Nieto y los partidos del “Pacto por México”.
Todos ahora quieren saltarse a Morena. El reto central entonces para la izquierda ya no es como construir la tan anhelada unidad, que ya es un hecho, sino como evitar la desviación del movimiento hacia las agendas de la misma mafia del poder que busca combatir.
En otras palabras, ¿Cómo evitar que Morena se convierta en otro PRD? ¿Cómo mantener la firme independencia del partido de quienes roban y asesinan al pueblo?
En primer lugar, para los cargos y las responsabilidades habría que dar prioridad siempre a los líderes sociales y comunitarios, y entre ellos preferentemente a los jóvenes y las mujeres, que puedan acreditar su compromiso histórico con sus sectores o sus comunidades, por encima de los vividores que solamente se dedican a saltar de un puesto a otro. En otras palabras, habría que ejercer una clara “acción afirmativa” a favor de los líderes naturales y los nuevos cuadros.
En general, todas las personas con expedientes limpios que quieran sumarse al movimiento deberían ser bienvenidos, pero tendrán que entrar con humildad para apoyar a quienes ya han dedicado años de sus vidas a la construcción del partido. En lugar de esperar sentados como burócratas de partido a que les regale el siguiente puesto, tendrían que formarse en la fila y ponerse a trabajar con las bases para demostrar su compromiso con el proyecto de transformación nacional.
La tarea de construir un partido democrático, digno y honesto será posible si los militantes y los líderes logran poner sus propios egos al lado, aunque sea por un momento, para permitir que los principios de generosidad y de sacrificio determinen el futuro del instituto político que ya se prepara para tomar las riendas del poder en 2018.
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Twitter: @JohnMAckerman
Publicado en Revista Proceso No. 2103
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Gracias John, tu labor ha sido encomiable, te felicito por tu apoyo a las mejores causas de la sociedad mexicana la cual ha ido despertando, tomando partido en nùemro creciente por la justicia y la deshonestidad de la burocracia polìtica.
ResponderBorrarENHORABUENA con este artículo, estimado Doctor, ya estamos pisándole los talones al nefasto y tirano régimen que nos gobierna y gente como usted con una claridad de pensamiento o ideología nos ayuda a ilustrarnos para salir adelante con AMLO. Es buena la idea del reciente discurso de AMLO, pero se tiene que tener un cuidado extremoso.
ResponderBorrarGracias por su artículo John, como siempre, muy interesante.Efectivamente, el partido MORENA tiene que ser muy cuidadoso con respecto a las personas que ingresan a sus filas. Actualmente se ha criticado mucho la entrada de antiguos miembros del PRD a la nueva formación y hay que evitar a toda costa que la corrupción se instale. Se requiere la unión de la izquierda pero la izquierda de gentes honestas para poder desbancar al narcogobierno que ha hundido al país en la peor de las crisis.
ResponderBorrarEstimado Doctor, toda la labor que ha realizado estos años, gracias. Mucho orgullo. Es usted un referente indispensable para la conciencia crítica del país.
ResponderBorrarGlass Steagall ya !!!
ResponderBorrarFelicidades Dr. Akerman, lo leo y releo para creer lo que dice hoy. En Jalisco hay muchos malos representantes de este partido, ojalá se haga la limpia a tiempo.
ResponderBorrarMuy bien Juanito II (Juanito I fue Jonh Reed) los puestos de dirección a los jóvenes y mujeres que realmente han trabajado en Morena. Los políticos que están entrando que se ganen el puesto
ResponderBorrarGracias infinitas por sus comentarios e interés por México Dr. Ackerman.
ResponderBorrar¿Cómo debemos interpretar la aceptación por Morena de Esteban Moctezuma? ¿Se le va a dar un puesto directivo en el partido sin que ese expriista haya trabajado en él?
ResponderBorrarLa entrada de políticos de la vieja escuela, aunque puedan vanagloriarse de NO ser corruptos, es algo que Morena debe cuidar mucho. La simple afinidad de sus ideas con el programa de López Obrador no es suficiente. Deben demostrar que trabajaran para México sin descanso y deben ser humildes y escuchar a los que estamos desde hace ya muchos años bregando con AMLO para que este país cambie.
ResponderBorrarDr.Ackerman ¡¡Gracias!! Honestidad, inteligencia, humildad y respeto al prójimo son los valores esenciales y urgentes en el ��
ResponderBorrarBravo John, tu sobriedad y entusiasmo son contagiosos!
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