John M. Ackerman
Todavía no inician de manera formal las campañas electorales y ya
arrecia la guerra sucia y las estrategias de miedo. El nuevo “spot” del PRI amenaza
con la desaparición, como por arte de magia, de todas las instituciones y los
apoyos gubernamentales en caso de que “ya sabes quien” gane en los comicios presidenciales.
Recientemente un internauta puso en circulación un videojuego donde los
participantes tienen como objetivo matar a la mayor cantidad de ciudadanos
posibles antes de que cumplan con su obligación ciudadana de emitir su voto. Y
el fin de semana pasado, el Presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, lanzó deleznables
epítetos racistas en contra de los integrantes del principal partido opositor:
Morena.
Recordemos también como el año pasado, en el día previo a las elecciones
para gobernador en el Estado de México, en múltiples oficinas de Morena de esa
entidad aparecieron cabezas de puerco y cruces ensangrentadas. Y el mismo día de los comicios-el domingo 4
de junio- se distribuyeron cientos de miles de volantes con calumnias en contra
de la candidata de Morena, Delfina Gómez, y se realizaron miles de llamadas con
amenazas violentas en contra de quienes estaban registrados como representantes
de casilla del mismo partido.
También debemos tener presente la reciente aprobación de la Ley de
Seguridad Interior, una norma que viola flagrantemente la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos al intentar legalizar la militarización de la
seguridad pública y evitar la rendición de cuentas de las Fuerzas Armadas por
los abusos sistemáticos de sus integrantes a los derechos humanos. En caso de que las estrategias de miedo y de
intimidación no funcionen para desalentar la participación ciudadana en las
elecciones, el régimen autoritario se estará preparando para también recurrir
directamente a la fuerza.
No es suficiente solamente indignarnos frente a este escenario tan
problemático. Los ciudadanos también
tenemos la responsabilidad de hacer nuesta parte para elevar el nivel del
debate público.
Las seis semanas de “intercampaña”, entre el fin de las campañas
internas de los partidos el domingo 11 de febrero y el inicio de las campañas
oficiales el próximo 30 de marzo, constituyen una excelente oportunidad para
que la sociedad mexicana tome la palestra e imponga una nueva dinámica al
debate político-electoral. Urge hacerlo ahora, antes de que la voz ciudadana se
pierda entre el alud de anuncios, bots,
cancioncitas y espectaculares de los partidos y los candidatos que se lanzarán
con el inicio formal de las campañas.
La democracia es demasiado importante para dejarla solamente en las
manos de las instituciones electorales o de los partidos políticos. No podemos confiar ciegamente o darles un
cheque en blanco al INE, al Tribunal Electoral o a la FEPADE; tampoco al PRI,
al PAN, al PRD o a Morena. A todos, absolutamente todos, tenemos que exigirles
que cumplan estrictamente con sus mandatos legales y con sus compromisos con la
ciudadanía.
La democracia no se
construye con ciudadanos “confiados” que esperan que otros hagan el trabajo que
les toca a ellos, sino con ciudadanos críticos y participativos que defienden
sus derechos. La democracia no es un regalo o una dádiva entregada desde las altas
esferas del poder a la población, sino el resultado de una lucha social
cotidiana desde abajo.
Hoy, son 88 millones de ciudadanos mexicanos hoy cuentan con su
credencial de elector; de ellos 26
millones de ellos, casi 30%, son jóvenes menores de 30 años. Y 15 millones, 17%
del total, son menores de 25 años; este 1 de julio será la primera vez en que podrán
votar por el Presidente de la República.
Estamos en buenas
manos.
Es falso que los jóvenes de hoy sean apáticos, distraídos o
incultos. Con cada Tweet, con cada
intervención en aula, con cada blog, con cada voto y con cada protesta nos
están demostrando que están a la altura de las circunstancias históricas,
listas para canalizar su justificada indignación y su legítima desconfianza por
vías pacíficas para participar en la construcción de un México mejor para todos
y todas.
La enorme responsabilidad y compromiso de la nueva generación quedaron
demostrados y comprobados con su histórica participación en las labores de
rescate después de los trágicos sismos del pasado mes de septiembre. Este mismo espíritu de participación, de
conciencia y de solidaridad tendría que manifestarse de nuevo ahora en la
coyuntura de una de las elecciones más importantes en la historia del país.
En este contexto, el 14 y 15 de febrero pasados nació la nueva
iniciativa universitaria “Diálogos por la democracia” (véase: www.dialogosdemocraciaunam.mx) con la celebración de su primer evento: la
Conferencia Internacional “Democracia y autoritarismo en México y el mundo, de
cara a las elecciones de 2018” donde hubo más de 50 ponentes de México y el
extranjero cuyo material es un valioso aporte al debate plural sobre la situación actual y la
trayectoria histórica del sistema político mexicano en el contexto internacional.
Esta iniciativa universitaria precisamente busca superar la guerra sucia
para generar espacios para un auténtico diálogo de ideas con absoluto respeto a
la enorme diversidad ideológica de la comunidad universitaria. Nuestro objetivo es promover el acercamiento
y la colaboración de especialistas con el fin de impulsar la investigación, la
difusión, la reflexión y la acción de la comunidad universitaria sobre los
diversos temas relacionados con la teoría y la práctica de la democracia y el
autoritarismo en México y el mundo.
Específicamente, en la coyuntura electoral actual, la iniciativa
“Diálogos por la democracia” generará espacios de discusión sobre la cultura
democrática en las diferentes entidades académicas de la UNAM, dará seguimiento
a los acontecimientos más importantes del proceso electoral, ofrecerá formación
y asesoría a la comunidad universitaria y la sociedad en general sobre derechos
y obligaciones en materia electoral, y promoverá la participación ciudadana
como observadores electorales acreditados ante el INE.
¡Ya basta de guerra sucia! Elevemos el nivel. La democracia es nuestra.
@JohnMAckerman
Publicado en Revista Proceso No. 2155
(c) John M. Ackerman
COBERTURA EN PRENSA DEL SEMINARIO INTERNACIONAL "DEMOCRACIA Y AUTORITARISMO EN MÉXICO Y EL MUNDO, DE CARA A LAS ELECCIONES DE 2018"
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es la base de la democracia de este País, por lo que considero debemos comenzar por conocerla, sugiero que esta sea publicada en partes para que los ciudadanos tengan mayor interés y conocimiento de la misma,
ResponderBorrar¡Bravo por la iniciativa Diálogos por la democracia! Es muy importante intercambiar con la juventud, que aclare sus dudas, que se informe sobre la situación en el país y que se reflexione conjuntamente. Desarrollar el pensamiento crítico es absolutamente necesario para hacer avanzar al país. La actitud de los jóvenes ante las elecciones que se avecinan es trascendental para el futuro de la Nación.
ResponderBorrarMaestro John: para contrarrestar esa guerra sucia de Peña Nieto y sus instituciones corruptas , tenemos las redes sociales , que como hemos visto son muy efectivas
ResponderBorrarVivemos na democracia,onde todos os cidadões viver com os Direitos dele que respeita o Lei do Dir.Hum.
ResponderBorrarOs trabalhadores tem respeitar o critérios do trabalho,os patrons tem respeitar os condições do trabalho.Os trabalhadores precisa seguramente contrato do trabalho para ganhar estabilidade.